R. nos ha invitado a almorzar. Ya está mayor, encorvada, con párkinson y artritis, pero nadie nunca le ha escuchado una queja. Como la tenemos de vecina, la veo hacer todo tipo de trabajos en el jardín: desyerbar, cortar, sembrar, regar, mover la tierra. Es una mujer extraordinaria. Después del almuerzo, mi madre y yo hemos seguido sus instrucciones para preparar un postre de limón.
Como no podíamos sacar el coche nos hemos quedado en casa. Llovía y dijimos: Qué bien cuando llueve y estás en casa.
PARTE METEOROLÓGICO
Rocío Arana
Me da igual si diluvia, me da igual
que sea lluvia y lunes otra vez,
me da igual que las calles se disuelvan
en un gris borrascoso, cejijunto.
Colgué mi abrigo en el recibidor
y vislumbré tus ojos, que bailaban
al fondo de un salón abarrotado,
una isla de luz entre la niebla.
Pulverizas ciclones con tu risa,
no hay borrasca que pueda soslayarte.