Por la mañana he quedado con S. para hablar sobre uno de esos otros mundos fuera de la Academia que quisiera hacer compatible con el trabajo en la universidad. De ahí, tenía que ir a la universidad a una comida. Vi que en coche se tardaba 20 min, mientras que en transporte público tardaría 1h y 45 min. En un power move completamente ajeno a mi prolongadísima vida de estudiante, me fui en taxi. Luego, vaya, me cancelaron la comida.
Aún me impresiona lo largo que son los días, cómo el horario de cenas tan tardío logra que el día se multiplique. Sigo en un modo observador, midiendo un poco cómo funciona todo, pensando cómo serán las cosas durante el año académico, jugando un poco con la esa curiosa mezcla entre ilusión y nostalgia. Ante todo, confianza.
¿EXISTES? ¿NO EXISTES?
Dámaso Alonso
I
¿Estás? ¿No estás? Lo ignoro; sí, lo ignoro.
Que estés, yo lo deseo intensamente.
Yo lo pido, lo rezo. ¿A quién? No sé
¿A quién? ¿a quién? Problema es infinito.
¿A ti? ¿Pues cómo, si no sé si existes?
Te estoy amando, sin poder saberlo.
Simple, te estoy rezando; y sólo flota
en mi mente un enorme «Nada» absurdo.
Si es que tú no eres, ¿qué podrás decirme?
¡Ah!, me toca ignorar, no hay día claro;
la pregunta se hereda, noche a noche:
mi sueño es desear, buscar sin nada.
Me lo rezo a mí mismo: busco, busco.
Vana ilusión buscar tu gran belleza.
Siempre necio creer en mi cerebro:
no me llega más dato que la duda.
¿Quizá tú eres visible? ¿O quizá sólo
serás visible, a inmensidad soberbia?
¿Serás quizá materia al infinito,
de cósmica sustancia difundida?
¿Hallaré tu existir si intento, atónito,
encontrarte a mi ver, o en lejanía?
La mayor amplitud, cual ser inmenso,
buscaré donde el mundo me responda.
II
¿Pedir sólo lo inmenso conocido?
¿Pedir o preguntar al Universo?
No al universo de la tierra nuestra,
bajo, insensible, monstruoso, duro;
sí al Universo enorme, ya sin límites,
con planetas, los astros, las galaxias:
tal un dios material, flotando luces
en billones de años, sin fronteras.
Allí hay humanidades infinitas;
las llamo tal, mas son de extrañas formas:
nada igual a los hombres de esta tierra,
que aquí lloramos nuestra vida inmunda.
¡Extremado universo, inmenso, hermoso!
Con eterna amplitud, materias cósmicas,
avanzan infinitas las galaxias,
nebulosas: son gas, sólidas, líquidas.
III
Inmensidad, cierto es.
Mas yo no quiero
inmensidad-materia; otra es la mía,
inmaterial que exista ( ¡ay, si no existe!),
eterna, de omnisciencia, omnipotente.
No material, ¿pues qué? Te llamo espíritu
(porque en mi vida espíritu es lo sumo).
Yo ignoro si es que existes; y si espíritu.
Yo, sin saber, te adoro, te deseo.
esto es máximo amor; mi amor te inunda;
el alma se me irradia en adorarte;
mi vida es tuya sólo (¿ya no dudo?).
Amor, no sé si existes. Tuyo, te amo.