26. [Retirado en la paz de estos desiertos] (Francisco de Quevedo)
"Y pensar que podría haber muerto sin haberlo leído"
Hoy he leído una anécdota que cuenta Peggy Noonan sobre William F. Buckley, quien después de leer Moby Dick ya tarde en su vida le decía a sus amigos: “Y pensar que podría haber muerto sin haberlo leído”. Noonan tuvo la misma experiencia con Guerra y Paz, que había permanecido en su lista de pendientes durante décadas. Después de esta apasionada lectura, pensaba “¡y pensar que podría haber muerto sin haberlo leído!”
Traigo esta anécdota porque Guerra y Paz es el más pendiente de los muchos libros pendientes que tengo, y por tanto, es un libro en el que pienso con cierta frecuencia, así, en abstracto, como una especie de ideal, “cuando lea Guerra y Paz”. Recuerdo bien cuando lo compré. Estaba buscando la traducción de Lydia Kúper, que era la que me habían recomendado, pero no la había encontrado. Así que tuve que esperar hasta volver a España, siete años después de terminar la carrera, para comprarla. Desde hace años lo tengo como “el libro para el verano”, pero la tesis me ha vuelto mala lectora, y opto por largas caminatas en la montaña siempre que sea posible. Desde hace años también he pensado que es el libro que leeré cuanto termine la tesis. “Mi premio”, por así decir. La puerta grande para volver a entrar al mundo de la ficción. “¡Pensar que puedo morirme sin haberlo leído!” Hay tanto por leer, que agobia un poco pensar en lo mucho que dejaremos sin leer, pero obras grandiosas tampoco hay tantísimas, y nos pasamos el tiempo en tonterías (como, ejem, una tesis).
Este repentino memento mori de hoy me ha resultado salubre: es un buen empujón para terminar, con la ilusión de una de las muchas citas pendientes y la poca vida por delante.
Qué bien describe Noonan la ilusión de un buen libro:
Feeling such love for a great work did something important to me. For the first time in some years I felt freed for long periods of an affliction common to many, certainly journalists, the compulsion to reach for a device to find out what’s happening, what’s new. But I already knew the news. Pierre was in love with Natasha. Prince Andrei was wounded at Borodino. Princess Mary was saved by Nicholas’s intervention with the serfs. That was all I had to know and it was enough, it was the real news.
Don’t be afraid to visit old worlds. Man is man, wherever he is you can follow.
Sometimes a thing is called a masterpiece because it is a masterpiece.
When you allow a past work of art to enter your mind and imagination you are embarked on a kind of reclamation project, a rescue mission. As you read, Nicholas and Sonya are alive, but Tolstoy himself is still alive. He isn’t gone, his mind is still producing, he continues in human consciousness. You are continuing something. You should feel satisfaction in this.
Así que, amigos, es una cuestión de vida o muerte. En unos meses, tengo cita con Tolstoi.
Francisco de Quevedo
Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos
y escucho con mis ojos a los muertos.
Si no siempre entendidos, siempre abiertos,
o enmiendan, o fecundan mis asuntos;
y en músicos callados contrapuntos
al sueño de la vida hablan despiertos.
Las grandes almas que la muerte ausenta,
de injurias de los años, vengadora,
libra, ¡oh gran don Josef!, docta la emprenta.
En fuga irrevocable huye la hora;
pero aquella el mejor cálculo cuenta
que en la lección y estudios nos mejora.
Muchísimas gracias.
Yo también lo tengo pendiente!