¡Bienvenidos a este Jardín!
Para leer un verso hace falta una vida (exactamente lo que exigía Rilke para escribirlo).
Así comienza un poema de E. G.-M, y luego en otro nos recuerda que “la poesía lo da todo / sin pedir casi nada”. Es una paradoja preciosa: la poesía exige toda una vida pero pide casi cada, y lo da todo. La atención que le damos nos la devuelve, y de repente vemos más y mejor lo que se nos había pasado desapercibido.
En medio del caso de los días, un poema para cada día. Sin mayor comentario que un par de reflexiones anecdóticas, a lo sumo, y como una pequeña práctica para rodearnos de más belleza.
¡Gracias por la compañía!
Si quieres recibir un poema diario en tu correo y aún no te has suscrito, puedes registrarte aquí:
